sábado, junio 07, 2014

¿El último combate de Martínez y Cotto?


El combate de este sábado 7 de junio el Madison Square Garden de Nueva York entre Sergio "Maravilla" Martínez y Miguel Cotto podría ser el último para el que pierda.

Esta posibilidad es más cierta para el caso del argentino, quien tiene 39 años y ya se ha visto muy afectado por diversas lesiones (mano, rodilla, hombro) en sus últimos combates, que logró ganar merced a su talento, profesionalismo y, sobre todo, su coraje.

Cotto, con 33, aún podría recuperarse. Sin embargo, se trataría de la tercera derrota en sus últimas cuatro peleas, por lo que no sería descabellado que se pusiera a pensar en no seguir mancillando su gran currículum.

El principal interrogante es en qué nivel llegará el argentino a esta pelea. En igualdad de condiciones física, Martínez es muy superior a su rival, y así se lo reconoce el mundo boxístico: pese a que hace un par de años su nivel deportivo está notablemente mermado por las lesiones, se lo sigue considerando entre los mejores libra por libra. El ránking de referencia mundial de los mejores libra por libra, el de la revista The Ring, lo sigue manteniendo en su top ten.

El enigma Sarmiento

Desde que el mentor pugilístico de Martínez, Gaby Sarmiento, dejara de comandar su esquina, en marzo de 2011, tras recibir una condena a prisión en España, el boxeo de Martínez sufrió una involución, aunque la estricta conducta deportiva del argentino logró que salga airoso de peleas contra púgiles como los ingleses Darren Barker y Martin Murray, el irlandés Mattthew Macklin, y el mexicano Julio César Chávez Jr.

El motivo por el cual Gaby Sarmiento dejó de entrenar a Sergio fue una condena de cárcel por agresión a un joven a la entrada de una discoteca en Alcalá de Henares (España). Gaby se autoinculpó para proteger al verdadero autor de la agresión, su hermano Orlando (quien por entonces vivía en España sin la residencia legal) en un incidente que terminó con la víctima con lesiones irreversibles.

Tras el ingreso en prisión de Gaby, Sergio, en un intento de mantenerse lo más cerca posible de sus exitosos métodos de entrenamiento, eligió como reemplazante a otro de los hermanos Sarmiento, Pablo, quien carece de la capacidad como entrenador de Gaby. La inteligencia y profesionalidad de Sergio le permitió mantener un excelente estado de forma, pero sin la capacidad excepcional de Gaby, sus planes de combate no fueron los mismos.

Después de la pelea con Martin Murray, que Sergio ganó en Argentina por puntos en un fallo polémico, muchos compatriotas y colegas, que poco antes lo adulaban, comenzaron a criticarlo públicamente de manera exagerada e inmerecida, llegando a calificarlo de invento mediático y poniendo en duda la legitimidad de un triunfo que, si bien fue muy ajustado, considero que fue justo.

Tras recibir la libertad condicional en España, Gaby volvió a preparar diariamente a Sergio para su pelea con Cotto, con lo que Martínez espera volver a reconstruir la fórmula que lo llevó a sus cotas deportivas más sobresalientes.

Gaby dirigió obsesivamente la carrera de Sergio desde que éste llegó a España a comienzos de siglo como inmigrante ilegal, hasta que se convirtió en uno de los mejores boxeadores del mundo. En 2010, Sergio y Gaby fueron nombrados, respectivamente, boxeador y entrenador del año, después de los espectaculares triunfos ante Paul Williams y Kelly Pavlik, dos de los mejores y más temidos boxeadores del momento.

Después llegó el ucraniano Sergei Dzinziruk, la última gran actuación sólida de Martínez, el 12 de marzo de 2011. Gaby Sarmiento dirigió toda la preparación de ese combate, aunque ocho días antes de la misma, la policía estadounidense lo encarceló para deportarlo a España. Sin embargo, el plan de pelea estaba desarrollado y trazado, y le fue fácil a su hermano Pablo ocupar una esquina en la que, de todos modos, no parece haber hecho demasiada falta, ya que Sergio nunca vio comprometido su triunfo (que llegó por nocaut en el octavo asalto).

Además del bajón de nivel boxístico que experimentó Martínez después de la pelea con Dzinziruk, el argentino comenzó a tener serios problemas físicos. Tras la pelea con Barker (1-10-2011), dijo que se había fracturado la mano derecha, y que venció al inglés tras pelearle todo el combate con una mano.

Después vino Macklin, un boxeador con un estilo agresivo, ideal para el boxeo de Maravilla, quien brilla especialmente ante los púgiles más ofensivos, aprovechando al máximo los espacios con su estilo contragolpeador.

En esa pelea, Macklin decidió cambiar su estrategia de combate más usual, y "boxeó" con Martínez en gran parte de la pelea, en un claro intento de que el argentino tuviera que cambiar una plan de pelea que parecía claro. Esto pareció confundir bastante a Sergio que, a pesar de no haber visto comprometido su triunfo en ningún momento, no parecía encontrar la forma de apabullar al irlandés, a quien sólo encontró en los últimos rounds, para noquearlo categóricamente en el undécimo.

La pelea contra Chávez Jr., un boxeador muy fuerte pero lento y sin una buena preparación, fue dominada desde el comienzo hasta el final por un Martínez que exhibió su profesionalidad y que, al final, hizo alarde de la que es una de sus principales cualidades: el coraje. Tras recibir en el último asalto un golpe que, según sus propias palabras, "le apagó las luces" y terminar en la lona, se levantó y contra todo lo recomendable, acabó la pelea haciendo frente y lanzando golpes.

La peor de las peleas de Martínez fue la última, en Argentina, el año pasado, contra Martin Murray, cuando se mostró lento y tuvo apuros para vencer al inglés, un púgil fuerte pero muy limitado técnicamente, que no tuvo ni la valentía ni la capacidad para aprovechar su ventaja física.

Hace pocos días, Martínez reveló que 48 horas antes de esa pelea, sufrió una cadena de lesiones que a cualquier boxeador le hubieran impedido subir al ring. Pero con la expectativa que esa pelea había suscitado en Argentina, "Maravilla" decidió arriesgarse.

Según Martínez, se le desprendió la tibia y se le desplazó el menisco, además de sufrir una severa lesión en un hombro. A todo eso se habría sumado una fractura en una mano en la segunda vuelta. En esas condiciones, un triunfo hubiera sido imposible, ni siquiera siendo local, ante un púgil más inteligente y dotado técnicamente que Murray. Tuvo suerte de que el rival elegido fuera ése. El mismo Murray admitió tras la pelea la justicia del triunfo de Martínez, y reconoció que él no tuvo el temple necesario para hacerse con la victoria.

Pese a ello, lo ajustado de la victoria en una pelea con unas expectativas desmedidas hizo que gran parte del mundo pugilístico argentino considerara que las cualidades boxísticas de "Maravilla" estaban sobredimensionadas.

"Ustedes le dicen 'Maravilla', para mí no es ninguna maravilla", dijo el mítico Juan Domingo "Martillo" Roldán cuando le preguntaron su opinión sobre Sergio. Hasta Omar Narváez, considerado hasta entonces por Martínez un amigo (¿lo seguirá considerando así?), deslizó que "Maravilla" había sido ayudado por los jueces, a diferencia de él, cuyas victorias calificó de "verdaderas".

Después de tantas lesiones, Martínez pasó más de un año lejos de los cuadriláteros poniéndose a punto físicamente: a su edad las lesiones ya no se recuperan como antes. Se ve de cerca el retiro, y buscaban una pelea prestigiosa y con una buena bolsa. Lo encontraron en Cotto.

¿El rival ideal para Martínez?

Cotto era un rival que su equipo venía buscando hace tiempo porque generaría un buen pay-per-view, y el puertorriqueño encontró en la posibilidad de enfrentarse a Martínez un doble desafío: ser el primer boricua en alzarse con cuatro campeonatos mundiales en diferentes categorías, y tener un rival que relance una carrera algo alicaída tras una derrota poco esperada ante Austin Trout. Pero la apuesta es arriesgada para el pupilo de Freddie Roach: si Martínez está bien físicamente, con un plan de pelea ideado por Gaby Sarmiento, para Cotto podría ser casi imposible evitar la derrota.

El estilo contragolpeador de Martínez, que no es el de Mayweather (ante quien Cotto hizo un excelente papel, perdiendo pero dándole mucho trabajo al estadounidense) parecería ser ideal para vencer a un boxeador como el puertorriqueño, que basa su boxeo en la presión y el ataque continuo.

Si Martínez está en óptimas condiciones físicas, la única posibilidad que parecería tener Cotto es plantear una defensa muy cerrada, que obligue a "Maravilla" a tratar de abrir esa defensa, permitiendo el ataque del boricua: fue lo que le sucedió con Murray, un boxeador mucho más lento y limitado técnicamente que Cotto.

Ante un Martínez como el que se presentó ante el inglés, Cotto ganaría fácil. Aunque se estima que no será ésa la condición física que muestre el argentino en el Madison. Sobre todo, habiendo preparado la pelea con Gaby Sarmiento (aunque esa noche en la esquina esté Pablo, ya que Gaby no puede salir de España por ahora, al estar en régimen de libertad condicional).