
Aparecen en Uruguay unos pingüinos contaminados con hidrocarburo
MONTEVIDEO (Reuters) - Unos 65 pingüinos, la mayoría muertos, aparecieron en las playas de Uruguay contaminados con hidrocarburos, dijo el domingo una organización de ayuda a la fauna marina, pocos días después de que un barco arrojó combustible frente a la costa al chocar contra otra nave.
El barco mercante de bandera griega Syros liberó 14.000 metros cúbicos de fuel oil el martes pasado tras chocar contra el buque de Malta Sea Bird. Aún no existe confirmación de que sea ese el combustible el que contaminó a los animales.
"El pingüino magallanes en este momento está viajando desde la Patagonia hasta Río de Janeiro. (...) Tenemos animales sucios, con una forma viscosa negra con olor característico a combustible, pero bastante más liviano de lo que es el crudo," dijo Richard Tesore de S.O.S Rescate de Fauna Marina a la radio local El Espectador.
La mancha de combustible, originalmente de 20 kilómetros de largo por 30 metros de ancho, redujo su tamaño con el paso de las horas, y las autoridades continúan vigilando su posición en las aguas.
"Yo no creo mucho en las casualidades. Yo creo que, teniendo una mancha de este tipo frente al estuario, sería de suponer (que la contaminación provino de ese combustible). No podemos decirlo hasta que no se verifique", agregó Tesore.
S.O.S Rescate de Fauna Marina se encarga de limpiar, alimentar e hidratar a los ejemplares que sobreviven, unos 15 animales en esta oportunidad, que habitualmente llegan intoxicados por hidrocarburos.
Me sorprendió mucho ver esta noticia, porque me llevó a 21 años atrás, en 1987, cuando fui a Uruguay por primera vez con mi papás, en donde vimos una playa entera llena de pingüinitos muertos, cubiertos de petróleo. (El diminutivo en este caso no es cursi: denota el tamaño, efectivamente pequeño, de los pingüinos).
Los barcos petroleros (especial mala fama, supongo que bien ganada, tienen los españoles y los japoneses) suelen limpiar sus sentinas en la costa atlántica sur, a la altura de Uruguay y Argentina.
En esa ocasión, en la que vimos muchos más que 65 pingüinos muertos, unas personas bienintencionadas habían rescatado a uno y lo habían limpiado. Tenía mal humor y picoteaba, pero con maña se lo podía agarrar.
En la foto salgo yo posando con él. Veintiún años después, sigue pasando lo mismo. Yo no sé cómo hacen todas estas especies para aguantar tanto y cómo no los habremos eliminado ya a todos.
No sé qué habrá pasado con el pingüino. No sé si habrá sobrevivido, no sé qué habrán hecho con él. Sí sé qué pasó con todos sus compañeros que no fueron rescatados, y me pregunto cuántas veces al año sucederán ese tipo de cosas, o cada cuántos años, en las playas del Uruguay o en las de Argentina. Ah, la misma agencia de noticias hoy daba una noticia de un montón de delfines varados muertos en una costa de Madagascar.
Los dejo con mi amigo el pingüino, que ojalá haya podido vivir todos los años que le correspondían allá por 1987.

