lunes, enero 28, 2008

Productos argentinos decadentes

Después de la crisis que alcanzó su pico en diciembre de 2001, comenzó en Argentina un proceso de devaluación de la moneda nacional que llevó a que ahora un dólar, que antes equivalía a un peso argentino, equivalga a más de tres.

Independientemente de que tal relación cambiaria sea, indudabemente, más acorde con la realidad económica de nuestro país, este cambio trajo aparejado un gran incremento de los costes de fabricación de muchos productos, con la consiguiente bajada en las ganancias de las empresas, tomando la moneda estadounidense como patrón de referencia.

Las consecuencias de esto no iban a dejar de pagarlas los argentinos de a pie. Muchas empresas que antes utilizaban insumos importados comprados en dólares para fabricar sus productos, comenzaron a utilizarlos más baratos y de menor calidad.

Por consiguiente, se ha producido una masiva berretización de muchos productos. Un ejemplo son los alfajores. Hoy te comprás un Terrabusi tradicional y es una porquería: antes tenía más chocolate y más rico, más dulce de leche y de mejor calidad. Ni los tan famosos Havana son lo que fueran. Hay ejemplos de este tipo para tirar para arriba.

Otra de las estrategias de las empresas grandes para que se alteren lo menos posible sus cuentas de beneficios es vender menos cantidad del producto en cuestión.

Así es que una bolsa de jabón para la ropa Skip que antes traía un kilo, ahora trae 800 gramos, o que el típico porrón de cerveza Quilmes que antes se tomaba en los bares contenga ahora 500 mililitros, cuando toda la vida tuvo 650. Y los precios finales para el consumidor siguen creciendo.

Sin embargo, es de justicia reconocer que algunos productos, como el vino, han mejorado notablemente en su calidad, gracias a una serie de factores concretos que se han dado en esa industria concreta que en algún momento quizás comentemos. O no.

4 comentarios:

María Gabriela Costigliolo dijo...

Nos hicieron pelota y vienen por mas... un beso, buen blog.

Feliciano Tisera dijo...

Gracias, María Gabriela.

Kim Basinguer dijo...

Bueno, eso que dices, pasa en todas partes hay empresas que triunfan y deterioran la calidad porque así ganan mas...la gente se vuelve muy rara con la pasta...y no la italiana.

Anónimo dijo...

y si que mas se puede esperar del maldito neoliberalismo!!!
gracias por tu blog
Helena